Aunque su nombre primero iba a ser Nuestra Señora de la Fuensanta en honor a la patrona de la ciudad, se escogió finalmente El Arcángel por San Rafael, el Arcángel y Custodio de Córdoba. En el año 1954, con la fundación del Córdoba CF, se produce el descenso automático de éste a Tercera División, viéndose obligado a abandonar el estadio por no poder atender los compromisos adquiridos con el dueño del inmueble, debido a que la deuda ascendía a 800.000 pesetas, comenzando a jugar en el Estadio de San Eulogio.