Tras empatar a cero el primer encuentro frente a los germanos, llegó la sorpresa al perder con los anfitriones por 2-0. El partido sería conocido como la «Batalla de Santiago» debido a la gran dureza acontecida, y venía ya caldeado desde años atrás por unas publicaciones italianas durante la candidatura de Chile a organizar el evento. Finalmente la organización resultó un éxito, y la competición se seguiría celebrando con una periodicidad de cuatro años, al igual que el Mundial de Fútbol, segunda equipacion barcelona con el que se alternaría cada dos años por ser la máxima competición de selecciones en Europa.